Aunque flanqueada por dos montañas impresionantes, la de Rosario Castellanos y la de Jaime Sabines, la cumbre literaria de Rubén Bonifaz Nuño impone su presencia y se yergue como un eslabón imprescindible entre los grandes poetas que emergieron en el mediodía del pasado siglo XX mexicano. Este libro de Miguel Ángel Andrade, Alumbro con la palabra de otra boca, es quizá el estudio más riguroso que se ha hecho en torno a las aportaciones de Bonifaz Nuño a la lírica nacional. A partir de un análisis cuidadoso de Fuego de pobres, y movilizando herramientas críticas basadas en la teoría de la enunciación y la intertextualidad, el autor nos va descubriendo la originalidad de un poeta que dialoga lo mismo con Virgilio y Propercio que con los Cantares mexicanos, con Rainer María Rilke que con Vallejo. Abrevando en los ritmos de la tradición grecolatina, pero igualmente en las de nuestra tradición prehispánica, y refutando, acaso sin proponérselo, la temeraria propuesta de Alfonso Reyes cuando consideraba esta última como “un pasado absoluto”, Bonifaz Nuño, siendo como tenía que serlo un poeta profundamente actual, logra la hazaña de darle a ese pasado vivo una presentez que no podemos sino agradecerle sus seguidores y lectores. Bienvenido, pues, este ensayo que nos devuelve en toda su riqueza la fresca actualidad de la poesía de Rubén Bonifaz Nuño. Evodio Escalante