Presentamos una propuesta de ética dialógica o discursiva para el ámbito de las empresas mexicanas desde una premisa central: si no existe la posibilidad de definir las normas de comportamiento mediante la argumentación y la deliberación, la ética corre el riesgo de reducirse a reglas que “deben” cumplirse y cuya consecuencia es la falta de involucramiento y compromiso del personal de cualquier empresa. La propuesta de una ética dialógica para las empresas mexicanas implica partir de que el poder no se im-pone, sino que se ex-pone.