Sobre esta nueva novela del autor uruguayo/mexicano, ha escrito Bernardo Ruiz: "La última copa es un baile, una danza con la muerte que la novela convierte en dramática escena: un giro vertiginoso, multiplicado, donde atrás de cada barra y de cada puerta se desciende en la escala de la degradación y el peligro: persecuciones policíacas, amaneceres en el lodazal, memorias perdidas y encuentros amorosos insatisfechos, indeseados, golpizas y riñas, abandonos, incoherencias, autoengaños y desprecios [...] No hay moraleja. Saúl Ibargoyen ha querido escribir un libro inolvidable. Lo ha logrado".