Esta investigación presenta un panorama de las políticas de disidencia sexual en tres ciudades de América Latina que vienen luchando por convertirse en las ciudades más amigables para la no heterosexualidad: México, Bogotá y Buenos Aires. Cada una de estas ciudades se analiza considerando tres variables: los actores sociales, que generan un conjunto de demandas; los gobiernos locales y federales, que deciden cuáles de esas demandas entran en su agenda de atención y cuáles no; y el mercado, que incide más que nunca en la relación Estado y sociedad.