En los años caminados estudiando y documentando el mobbing o acoso grupal en México, se ha hecho evidente que esta forma de violencia está presente en las instituciones de educación superior y en los institutos de investigación de la academia mexicana, obstaculizando la consecución de sus objetivos, así como destruyendo carreras, proyectos, oportunidades laborales y causando sufrimiento a los blancos. Sin embargo, el problema aún no es tan visible como debiera en nuestro país, a pesar del trabajo que ya se ha realizado para contar con protocolos contra el acoso sexual y la presencia en varias IES de Defensorías de Derechos Universitarios.