A causa de su llamativo color rojo, el cinabrio o sulfuro de mercurio se empleó en diferentes contextos junto con otros pigmentos rojos desde etapas remontables al inicio de la Prehistoria Reciente. La aplicación de técnicas físico-químicas ha posibilitado su reconocimiento y, a partir de él, una lectura comparativa de su presencia en relación con la de otros pigmentos rojos tan abundantes en la naturaleza como las hematites, o su interacción con otros productos y materiales considerados de prestigio, abriendo interesantes interrogantes que iluminan lecturas en clave social, económica e ideológica. En época histórica, el conocimiento de su empleo, mucho tiempo dependiente de las referencias de los autores clásicos, se ve ahora enriquecido por los resultados de la aplicación de técnicas analíticas que, no sólo certifican su empleo en la pintura mural ilustrando su aplicación pura o con mezcla o las posibles causas de deterioro, sino también su uso en la amalgamación de metales nobles. Un salto cualitativo importante en las investigaciones sobre el uso antiguo del cinabrio está representado por la capacidad de identificar las fuentes de origen del mineral mediante la aplicación de diversas técnicas arqueométricas, lo que añade conocimiento sobre el inicio de la explotación de estos recursos en el mayor foco mundial, localizado en la comarca de Almadén, pero también en otras regiones hispanas.
Esta obra ofrece un estado de la cuestión sobre las aplicaciones del cinabrio en diversos contextos de la Antigüedad peninsular alumbrado por las investigaciones de los más reconocidos expertos en la cuestión, pero integra también un conjunto de trabajos sobre el propio mineral, redactado por prestigiosos especialistas de la geología y minería del cinabrio. Esta relación interdisciplinar contribuye a configurar el ambiente en que deben integrarse los estudios sobre la explotación histórica de este elemento icónico de la minería hispana.