Alaciel Molas ofrece su libro inicial, aunque su sintaxis lírica parece asentarse en un trabajo continuo. La añeja tensión originada entre la expresión y la comunicación, tan visible en las últimas décadas, se presenta en este libro como atractivo campo de estudio. Pero lo esencial en poesía es una lectura abierta y libre. En su prólogo, Fernando Méndez resalta la importancia que en este poemario se le otorga al cuerpo.