En este nuevo poemario de la autora aparecen varios de los tópicos percibidos en la actual poesía mexicana, y por tanto latinoamericana. O sea, los tópicos de la fugacidad del tiempo y de las cosas del mundo, del erotismo como aprehensión de lo real y como factor de fuerza identitaria, de la muerte en cuanto abierta confirmación de lo vivido, de las artes visuales, auditivas y verbales como asunción espiritual sin orillas visibles. Metáforas sorprendentes se encuentran en estas páginas que se alzan ante el derrumbe como banderas inalterables.