España ha sido durante siglos un actor geoestratégico fundamental en el mundo. Pero ya no es el caso, y de aquí surge la pregunta que ha motivado este libro: ¿podría volver a serlo? La premisa de partida es que España juega un rol subalterno en el contexto internacional. Ha sido un aliado con altibajos en el seno de la OTAN, donde ejerce escasa influencia política, y también ha demostrado tener verdadera fe en la Unión Europea, aunque su protagonismo real en la Política Común de Seguridad y Defensa es mejorable. Las Fuerzas Armadas españolas han tomado parte en numerosas misiones internacionales y han estado presentes en escenarios que se reparten por todos los continentes. Se suele acudir a la llamada, se ha vuelto a hacer en el contexto de la guerra de Ucrania. Pero la cuestión es si esos despliegues responden, o no, a criterios vinculados con los intereses nacionales.