El objetivo de este volumen es mostrar cómo se constituye lo que desde los estudios de zonas fronterizas he denominado la región fronteriza México-Estados Unidos a partir de determinados procesos históricos, impulsados por cuestiones económicas y políticas, que derivan en la conformación de varias culturas fronterizas, las cuales, compuestas mayoritariamente por migrantes y grupos originarios, promueve cambios sustanciables en las comunidades asentadas a lo largo y ancho de la frontera, y consisten, principalmente, en una mayor participación social de los sujetos en los procesos democráticos de sus comunidades (tanto de origen como de residencia). De igual forma, el establecimiento de dichas culturas fronterizas implica transformaciones identitarias en ámbitos psicosociales y sociopolíticos que modifican el imaginario colectivo, auspiciadas por el uso de la tecnología y los medios de comunicación. Es importante destacar que no es posible aludir a una región fronteriza sin considerar la interacción y yuxtaposición de costumbres, tradiciones, ideologías, lenguas y narraciones de las comunidades asentadas en cada región. La originalidad de este texto consiste en que hasta ahora no se ha realizado un estudio comparativo de esta índole donde, a partir de los procesos de formación identitaria del sujeto, se expongan las transformaciones culturales que benefician a las comunidades fronterizas, a pesar de que estas se enfrentan cotidianamente a situaciones de injusticia.