Este libro tiene un destinatario especial: los alumnos del Departamento de Sociología de la UAM-A que cursaron, cursan o cursarán la materia de Procesos Contemporáneos en México. Es un texto que pretende describir y analizar un pequeño pero sustantivo trozo de historia patria de incierto comienzo y de dudoso final. Inicia en diciembre de 1982 con una gran promesa: la reforma del Estado lanzada desde el gobierno como alternativa a la gran crisis del orden nacionalista revolucionario; ¿y concluye? En 2014 con una certeza jurídica de nuevo régimen y una vacilante legitimación social. En sentido estricto no es un libro de historia, no obstante que los acontecimientos históricos –de largo y corto alcance– son su materia prima. De igual forma sería incorrecto ubicarlo dentro de la ciencia política, a pesar de que se artícula alrededor de hechos especialmente políticos. Tampoco se inscribe dentro de la ciencia económica, aun cuando los fenómenos económicos aparecen a lo largo de este relato como actores principalísimos; y mucho menos podríamos pensarlo como un discurso antropológico, con todo y que han sido muchos los hechos asociados a la cultura que han alterado nuestras tradiciones, desequilibrando el ethos y las cosmovisiones que le daban sentido y orden a los colectivos sociales que integraban la sociedad mexicana. Quisiera asegurar que es la sociología la disciplina que articula este esfuerzo analítico. No me atrevo. Me siento más cómodo suponiendo que las orientaciones metodológicas en que se apoya el conjunto de afirmaciones que tratan de estructurar una explicación sobre este jirón de historia nacional no le pertenecen sólo a esta disciplina, sino a un todo más amplio que se nos ha dado por llamar ciencia social. Pretendemos, sí, que el particular universo que aquí interesa sea observado con una mirada sociológica que no sesgue las otras muchas miradas con que puede ser percibido y, en consecuencia, interpretado.